Lo primero es tener claras tus necesidades

 

¿Sabes qué pasta de dientes escoger?

Actualmente la oferta de pastas dentales es enorme y en muchas ocasiones esta variedad hace que nos cueste elegir la pasta dentífrica más adecuada a nuestras necesidades

También puedes pensar que todas las pastas dentales son parecidas y que funcionan de forma similar, pero nada más lejos de la realidad, ya que su composición varía mucho según su utilidad.

 

¿Cuales son tus necesidades?

Lo primero es tener claras tus necesidades y para ello, este es un resumen de todos los tipos de pastas que puedes encontrar en el mercado.

Anticaries. Reparan, refuerzan y remineralizan la capa de esmalte, aumentando su resistencia.

Desensibilizantes. La sensibilidad dental se produce cuando hay un desgaste del esmalte, lo que hace que el nervio esté más expuesto a factores traumáticos como los cambios bruscos de temperatura o la acidez de algunos alimentos. La función de la pasta, en este caso, es tapar los poros producidos en el diente por ese desgaste, disminuyendo el dolor. Tradicionalmente se formulaban con nitrato de potasio, actualmente hay otros componentes como el fluoruro de estaño que actúa como una barrera que protege la dentina.

Blanqueantes.  A pesar de la publicidad, su efecto es muy limitado porque las concentraciones de agentes blanqueantes son muy bajas.

Su uso está casi limitado a un apoyo doméstico del blanqueamiento en la clínica dental. Por otra parte, no hay que abusar de estas pastas ya que sus componentes pueden dañar el esmalte dental si se usa de forma continuada.

Para usuarios de ortodoncia. Indicada para pacientes en tratamiento con ortodoncia. Con acción anticaries, refuerzan el esmalte, previenen la acumulación de placa y alivian las encías de la presión ejercida por el corrector.

Antiplaca. su composición hace que la placa bacteriana sea menos adherente y por lo tanto limita su efecto con respecto a los dientes. Este tipo de pastas contienen sales de zinc. Arandano rojo (Bexident)

Para enfermedades periodontales. Además de flúor, contienen algún antiséptico, como clorhexidina, hexetidina, cloruro de cetilpridonio (CPC) o triclosán, con efecto antiinflamatorio.

Lo normal es que te la haya recomendado tu odontólogo. En caso de que decidas comprar una pasta de este tipo por un problema puntual de inflamación y/o sangrado de encías, si éste no se resuelve , hay que acudir al odontólogo para diagnosticarlo, ya que puede tratarse de una gingivitis moderada-grave o de una periodontitis.

Para el mal aliento: atrapan y neutralizan los componentes que originan los malos olores.

Para la xerostomía o boca seca: Con fórmulas específicas que hidratan la cavidad oral y/ o estimulan la producción de saliva. La mayoría contienen xilitol, otros componentes pueden ser la betaína o ácido málico.

Unión de varias acciones. Se presentan con nombres como«triple acción», «triple protección»,  «pro-expert»… Según su composición combinarán el efecto anticaries con otros como protección de las encías, reducción de la formación de placa o mantenimiento del blanqueamiento dental.

 

Principales componentes que podemos encontrar:

 

Flúor. El flúor es un mineral que se adhiere a la estructura del esmalte y lo hace más resistente a las caries. Podemos encontrar su composición en porcentaje: 0,15% de iones de flúor o en partes por millón (ppm) 1.500 ppm. Las pastas más eficientes combinan diferentes tipos de flúor, consiguiendo una acción anticaries mucho más potente y eficaz.

Humectantes: Suelen acabar en -ol: propilenglicol, sorbitol (éste además proporciona un sabor agradable), glicerol (también llamado glicerina).

Es conveniente que los contengan para que la pasta posea una textura agradable y no se seque.

Antisépticos: se utilizan en las pastas para enfermedades periodontales.

Carbonato de calcio. Elimina la suciedad y las manchas, y remueve la placa.

Laurilsulfato de sodio. Tiene acción detergente.

Vitaminas y componentes como el aloe vera o el ácido hialurónico: contribuyen a mejorar la salud gingival.

 

¿Y para los niños? Ojo con el contenido de flúor.

 

Los niños que ingieren mayor cantidad de flúor del necesario durante el desarrollo de los dientes, hasta los 6-8 años, tienen mayor riesgo de contraer una fluorosis dental.

Esto significa un peor funcionamiento de las células que forman el esmalte, impidiendo que éste madure, y facilitando que se produzcan desde pequeñas manchas blancas hasta manchas más grandes con motas o agujereados, en el caso de que se trate de una fluorosis más aguda.

Dependiendo de la edad.

De 6 meses a 2 años: lo importante es que aprendan el hábito de lavarse los dientes, con un cepillo adecuado al menos dos veces al día. Si utilizas pasta de dientes debe contener menos de 500 partes por millón de flúor para evitar que se produzca una fluorosis si la tragan al no saber escupir bien.

De 2 a 6 años: Las pastas deben contener menos de 1.000 ppm de flúor

Respecto a la cantidad, para niños de hasta 3 años se indica la cantidad equivalente a un grano de arroz, y de 3 a 6 años del tamaño de un guisante.

A partir de los 6 años ya se recomienda una pasta de 1.450 ppm de flúor

CONSIDERACIONES FINALES.

 

Mirar siempre la fecha de caducidad, las pastas dentales, también caducan.

Para una correcta higiene, también debes prestar atención a la limpieza interdental y lingual

Si has dejado que se acumule mucha suciedad no superficial en tus en tus dientes no importa si te cepillas con mucha fuerza y con mucha constancia porque no lograras eliminar esa suciedad con las pastas dentales. Debes acudir a tu odontólogo de confianza para que te realice una higiene oral profesional.

Las pastas con sabor muchas veces inducen una higiene deficiente, ya que la sensación de sabor en nuestra boca nos puede generar una falsa sensación de limpieza.