Aftas bucales

o estomatitis aftosa recurrente cursa en forma de úlceras o llagas en la mucosa bucal.

Suelen tener una forma redondeada u oval, con una base amarillenta rodeada de un halo rojizo.

Pueden formar grupos de hasta 20 o más.

A pesar de su pequeño tamaño son muy dolorosas pero curan espontáneamente en 10-14 días, sin dejar cicatriz.

No suelen acompañarse de fiebre a no ser que se sobreinfecten.

Su causa es desconocida aunque se considera que pueden producirse por una reacción inmune a las bacterias comunes de la boca y existe predisposición genética.

También pueden deberse a una falta de vitaminas, cambios hormonales y alergias alimentarias.

El estrés y el tabaco son factores predisponentes.

 Existen aftas de origen traumático causadas por prótesis dentales, mordeduras en la pared de la boca o la lengua, la ingestión de alimentos o bebidas muy calientes…

Si no se resuelven en el curso de dos semanas (puede ser algún día más en el caso de los fumadores), se repiten con demasiada frecuencia o no tienen un origen traumático, deberá acudir a su médico. El diagnóstico se hará mediante un análisis de sangre y, en caso de ser necesario, una biopsia de la lesión.

Tratamiento

No acortan la duración pero alivian el dolor y reducen la inflamación.

Se suelen aplicar tratamientos tópicos locales o enjuagues con antiinflamatorios (como la carbenoxolona, dexametasona, triamcinolona) o ácido hialurónico.

Suelen contener además un antiinfeccioso y antiséptico local que actúa contra las bacterias presentes en la cavidad bucal, previniendo las sobreinfecciones.

Es recomendable no utilizar enjuagues bucales que incluyan alcohol puesto que la herida puede empeorar. En su defecto se puede utilizar agua con sal

Mientras se resuelven es recomendable evitar comidas muy condimentadas y alimentos ácidos.

Cómo prevenir

Dieta variada rica en frutas y verduras y alimentos ricos en vitamina C y omega-3.

Higiene bucal adecuada y una buena limpieza dental profesional cuando tu dentista te lo aconseje.