La higiene de la lengua es tan importante como el correcto cepillado de los dientes.

Los restos de comida se acumulan en las papilas gustativas, provocando una proliferación de bacterias causantes de halitosis o mal aliento. Además, estas bacterias  pueden desplazarse a otras zonas de la boca generando con el paso del tiempo  caries o enfermedades periodontales.

Así, al hábito de cepillarse los dientes tres veces al día con una buena pasta , usar seda dental  y un buen colutorio, debe sumarse la limpieza de la lengua para mantener una higiene oral completa.

La lengua debe presentar una textura rosada, sin grietas ni estrías, aunque en algunas personas pueden ser normales.

¿Cuando limpiar la lengua?

Al menos una vez al día, preferiblemente antes de acostarse con el último cepillado.

¿Con qué limpiar la lengua?

En la farmacia puedes encontrar raspadores o limpiadores linguales y también algunos cepillos dentales que cuentan en la parte posterior de su cabezal con unas estrías blandas diseñadas para esta función.

 El limpiador facilita la limpieza de las zonas de difícil acceso. Su forma es arqueada y tiene dos caras, una es lisa para los laterales y la otra es ondulada para adaptarse a la depresión central de la lengua.

¿Cómo limpiar la lengua?

Enjuaga tu boca, mejor con agua templada, para reblandecer la capa que cubre la lengua.

R aspa la superficie suavemente, sin forzar, desde atrás hacia la punta . Se debe realizar tanto por la parte central como por los laterales.

Vuelve a enjuagar después de esta operación. Si utilizas limpiador, se ha de colocar de manera que la superficie arqueada quede hacia abajo, en la zona trasera de la lengua y a continuación arrastrarlo hasta la punta de la misma, aclararlo y, con la cara lisa hacer lo mismo en los laterales.

CURIOSIDADES SOBRE LA LENGUA Es un órgano compuesto por 17 músculos y mide aproximadamente diez centímetros. No existen dos iguales, es un rasgo único que identifica a cada persona. Cuenta con más de 10.000 papilas gustativas que nos permiten diferenciar distintos sabores. Por este motivo guarda una estrecha relación con la nariz, ya que no se puede saber el sabor real de algo sin contar con la ayuda del olfato. La saliva la mantiene húmeda y la ayuda a curar rápidamente las lesiones que pueda sufrir.

Acude a tu dentista cuando observes cambios en su aspecto (cambio de coloración, manchas blancas, llagas o heridas que no mejoran en 15 días…), para que pueda realizar un diagnóstico certero del problema.