Vamos a hablar de los riesgos relacionados con la salud bucodental.

Con la llegada del buen tiempo comenzamos a hacer más deporte. Los amantes del deporte porque se animan más a salir a practicarlo y los no tan amantes porque recordamos que cuanto antes se comience la operación bikini más satisfacciones nos dará.

El hecho es, que unos y otros, mejoran además de su cuerpo, su estado de salud pero toda práctica deportiva implica algunos riesgos añadidos,  para el organismo en general (específicos según el deporte y la condición física que se tenga) y para la salud bucodental en general.

Estos se producen no tanto por el deporte en sí, sino por los hábitos que se adquieren al realizarlo de manera rutinaria.

Por la parte que nos toca, vamos a hablar de los riesgos relacionados con la salud bucodental. 

• La deshidratación. La pérdida de agua producida por el calor y el aumento del ritmo de la respiración hacen que disminuya el flujo salival.

Ya sabemos que la saliva es la mejor protección que tenemos frente a la caries así que….BEBE AGUA .

Parece tan lógico, pero no siempre lo hacemos. Antes, durante y después del ejercicio, agua en abundancia.

• Como se nos seca la boca y hay que reponer minerales recurrimos a las bebidas isotónicas y energéticas que son azúcar puro, literalmente.

Ese azúcar es el alimento de nuestras bacterias de la placa, las que provocan las caries y las enfermedades de las encías. También lo sabemos pero como acabamos de hacer tanto esfuerzo por nuestra salud nos creemos inmunes…

ENJUÁGATE CON AGUA DESPUÉS.

• Ya nos repusimos bebiendo y ahora toca comer. Nuestro cuerpo nos pide (porque los necesita) hidratos de carbono en cantidad suficiente para reponerse del desgaste. Dáselos, en la medida que consideres pero….

LÁVATE BIEN LOS DIENTES DESPUES. Ya sabes que por muy complejos que sean y poco azucarados, se descomponen rápidamente en azúcares tan sencillos como los de las bebidas azucaradas de las que acabamos de hablar y con ellos seguimos alimentando a nuestras bacterias productoras de caries.

Además, este acto tan sencillo puede ayudarte a adelgazar.

• Muy habitual en la práctica deportiva es el tema del bruxismo, que si se prolonga en el tiempo puede provocar cefaleas, desgastes dentales, problemas en la articulación de la mandíbula (ATM) o dolor de oído.

Una buena manera de evitarlo sería la utilización de una férula de descarga que también nos sería útil en el caso de recibir un traumatismo. Esto, que puede parecer exagerado no lo es: el 39% de los dientes perdidos en la población española se deben a traumatismos deportivos y, aunque pueda parecer lo contrario, las cifras disminuyen si hablamos de deportes de contacto como el rugby o el boxeo pues en estos los protectores dentales forman parte de la equipación.