Tener una boca sana es fundamental para garantizar la salud general de una persona; pero, si además ésta es deportista, su cuidado aún resulta más importante.

La cavidad oral, como una parte más de nuestro organismo, tiene que gozar de buena salud para permitir al organismo soportar esos requerimientos físicos que necesita.

 Aunque no existe una relación absolutamente inequívoca, sí se suelen asociar determinados problemas bucales con trastornos que pueden minimizar el rendimiento deportivo:

 

 

PROBLEMA BUCAL	EFECTO ORGÁNICO
Mala oclusión	Defecto de equilibrio
Tensión mandibular	Dolores en cuello y espalda
Foco infeccioso dental	Sobrecarga muscular
Foco infeccioso	Cronificación de lesiones deportivas
Caries/dolor de muelas	Impide o limita práctica deportiva
Mala masticación	Disminución del poder energético

 

BRUXISMO Y CARIES, LOS MAYORES PELIGROS

 

La tensión que normalmente acompaña a un deportista que compite hace que el bruxismo sea un problema muy frecuente. Este hábito de apretar los dientes acarrea problemas de desgaste dentario, que a su vez, pueden generar hipersensilbilidad dental,  fisuras y fracturas dentales.

La sobrecarga funcional asociada al bruxismo produce también contracturas musculares, que provocan dolores de cabeza y cuello. Con la mandíbula contracturada es imposible tener un control completo sobre los movimientos de cabeza, cuello y hombros, lo que limita significativamente el rendimiento en la mayor parte de los deportes.

Con la relajación mandibular se consigue un mayor aporte de oxígeno, una menor liberación de las hormonas relacionadas con el estrés y de ácido láctico, lo que aumenta la resistencia del deportista.

 

Los deportistas tienen más tendencia a desarrollar caries y enfermedad periodontal

 

¿QUÉ AUMENTA LOS PROBLEMAS ORALES EN LOS DEPORTISTAS?

• El consumo más frecuente de carbohidratos y bebidas energéticas muy ácidas y azucaradas.
• Alteración de los mecanismos inmunológicos y boca seca por la deshidratación.
• Los cambios psicológicos que provocan una disminución de la secreción salival y sequedad de boca.
• El aumento de la tensión y el estrés, que eleva el riesgo de contractura mandibular y bruxismo.

 

Por tanto, un examen oral previo al inicio de una práctica deportiva habitual permite optimizar el rendimiento y prevenir lesiones, además de aportar información valiosa sobre su salud en general.